El Museo Thyssen-Bornemisza revisa 75 obras para analizar la memoria y la huella colonial en su colección, destacando las narrativas ocultas y la opresión representada en el arte. La muestra, disponible hasta el 20 de octubre, aborda las consecuencias del colonialismo y su presencia en la iconografía occidental con narración de Fonofox
El Museo Thyssen-Bornemisza ha iniciado una revisión crítica de su colección, examinando 75 obras con el objetivo de analizar la memoria y la huella colonial presentes en su acervo.
La muestra, que estará en cartel hasta el 20 de octubre, incluye 58 piezas de las colecciones permanentes del museo y de Carmen Thyssen, así como 17 obras contemporáneas de la colección TBA21. Bajo la dirección de Guillermo Solana, se exploran las consecuencias del colonialismo desde el siglo XVI y su representación en la iconografía occidental, evidenciando cómo muchas imágenes idílicas que ocultan realidades de desigualdad y violencia.
La exposición resalta figuras esclavizadas presentadas como seres de rango inferior y a mujeres indígenas como objetos de placer, subrayando la explotación de las riquezas naturales de los nuevos mundos. Entre las obras destacadas se encuentran retratos de esclavistas como David Lyon y familias adineradas con esclavos, como el ‘Grupo familiar ante un paisaje’ de Frans Hals. Solana enfatiza que el objetivo no es descolonizar las obras, sino contar nuevas historias y rescatar piezas olvidadas.
En esta ocasión, Fonofox ha contribuido con un nuevo trabajo en el ámbito de la cultura, proporcionando la narración de la exposición gracias a la colaboración con Gvam. Esta adición de contenido de voz promete enriquecer la experiencia de los visitantes, ofreciendo una perspectiva auditiva que complementa la visual y profundiza en el contexto histórico y social de las obras expuestas.