El Prado rescata a Mengs, el pintor neoclásico que cayó en el olvido
El Museo Nacional del Prado presenta Antonio Raphael Mengs (1728-1779), una exposición ambiciosa que reivindica a uno de los grandes impulsores del neoclasicismo europeo.
Mengs fue una figura clave en su época, aunque su carácter exigente y su defensa de un canon ideal de belleza clásica le granjearon enemistades que contribuyeron a su casi desaparición de los libros de historia del arte.
La muestra, organizada por el Prado con el patrocinio de la Fundación BBVA, reúne 159 piezas entre pinturas, dibujos, esculturas y grabados, ofreciendo una visión completa de su vida, su formación y su legado.
Comisariada por Andrés Úbeda de los Cobos (jefe de la Colección de Pintura del siglo XVIII del Prado) y Javier Jordán de Urríes (conservador de Patrimonio Nacional), la exposición estructura su recorrido en torno a diez secciones temáticas que combinan su biografía con su pensamiento artístico.
Mengs pasó parte importante de su vida en Dresde, Roma y Madrid, y su formación estuvo profundamente marcada por las enseñanzas de Rafael, Correggio y la tradición de la escultura griega.
También es conocida su obsesión por la perfección: volvía una y otra vez sobre sus lienzos, buscando lograr ese “ideal” que él mismo consideraba absoluto.
Uno de los momentos más simbólicos de la exposición es su aportación al patrimonio: Mengs convenció a Carlos III para que no destruyera los desnudos de las colecciones reales, salvando obras de grandes maestros como Tiziano.
Además, la muestra pone en evidencia su influencia teórica e intelectual, su relación con figuras como Johann Joachim Winckelmann y su papel como pensador de la pintura, no solo como artista.
En definitiva, el Prado apuesta con esta exposición por recuperar un paradigma artístico distinto, redibujando la figura de Mengs como un creador tan riguroso como visionario, que dejó una huella profunda en la historia del arte europeo.
